¿La tecnología de la que disponían estaba a la altura de esos requerimientos?
Sí, pero hubo que hacer actualizaciones. La red y la capacidad de render fueron las dos principales trabas que tuvimos que ir resolviendo. Y, como siempre, el “upgrade” se hace cuando estás con el agua hasta el cuello. Pero, visto en perspectiva, la principal barrera técnica fueron los cortes de luz: en verano la productividad nos disminuía al 60 por ciento. Y las trabas a la importación fueron muy molestas. Si bien se solucionaron, durante meses tuvimos 40 computadoras, listas para trabajar y que acá no existían, trabadas en la Aduana. Mientras tanto teníamos que seguir trabajando con lo que se conseguía: un animador quería abrir un plano y tenía que irse a tomar un café durante media hora hasta que se abría el archivo.
¿Cómo sigue la historia después del estreno de Metegol? ¿Están trabajando en la segunda parte?
La voluntad de todos es seguir. Es algo que costó tanto armarlo que nuestro deseo es que esto sea un antes y un después en la historia de la animación argentina, española y latinoamericana. Hay españoles que vivieron tres años en la Argentina, algunos tienen ganas de volver, otros ni se fueron, se armó un gran grupo. Sería una pena que esto muera aquí. Estamos con Eduardo Sacheri tratando de pergeñar un Metegol 2 y también hay otros proyectos. Yo no soy tanto de la idea de una secuela… pero lo más importante es mantener al estudio en movimiento.
Entonces, ¿volvería a trabajar en animación?
Sin dudas. Me encantaría volver a hacerlo, pero igualmente necesito un respiro y volver a trabajar en vivo. Más que nada porque son tres años de mi vida que dediqué casi por entero a esta película. De volver a hacerlo tal vez tendríamos algunos problemas resueltos de antemano, pero no sé si se acortarían mucho los tiempos, porque la verdad es que hemos tenido una capacidad de respuesta muy rápida durante esta película. Lo que pasó fue que antes de empezar manejábamos plazos demasiado optimistas.
¿Qué futuro le ve al segmento de animación y efectos visuales en la Argentina?
La industria de animación crece a un ritmo impresionante. Y nosotros, teniendo el talento y habiéndose democratizado tanto los medios de producción, sería una ridiculez que no lo pudiésemos aprovechar, porque tenemos todo para hacerlo bien. Si no, lo harán otros países. La industria de efectos visuales es un poco más compleja, porque atraviesa una crisis mundial. Han quebrado algunos estudios grandes y hace poco Dreamworks despidió a la mitad de su personal. Es como que a veces todo depende de un hilo. Esto se une con el movimiento sísmico que estamos viviendo en el cine. No sé si dentro de 20 años la gente va a seguir yendo al cine o si se va a convertir en algo más de nicho como ir al teatro. Estoy conviviendo todos los días con gente que produce las series culturalmente más importantes de los últimos tiempos y puedo decir que lo que hoy reina es la incertidumbre. Internet vino a mover el avispero, le pegó un palazo y aquí el que sepa primero lo que va a pasar es el que se va a llevar el premio.
La edición original de este artículo se publicó por primera vez en la revista Information Technology N°188 (mayo de 2013).
La edición original de este artículo se publicó por primera vez en la revista Information Technology N°188 (mayo de 2013).
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